Toda una infancia viendo Sonrisas y Lágrimas en la tele. He aprendido sus canciones, he bailado al ritmo y he visualizado las montañas austriacas antes de saber dónde estaba Austria situada en un mapa.
En gran medida puede que ese sea el punto a favor del musical de Sonrisas y Lágrimas. El ver a Froilán María en el convento, escucharla cantar las cosas que le hacen feliz en medio de una tormenta o ver como mira de reojo unas cortinas (cuando todos sabemos que no son cortinas sino trajes para jugar).
La calidad musical te dejo que la juzgues tú mismo (afortunadamente puedes escuchar la banda sonora en Spotify, pero recuerda siempre que en vivo y con una orquesta la sensación es aun mejor) y la puesta en escena es impresionante (cada escena tiene su escenario y si te gusta ver montajes teatrales complejos te aseguro que disfrutarás de un Teatro Coliseum en pleno movimiento).
Lo disfruté mucho y, sobre todo, una semana canturreando esta canción 🙂
En Madrid hasta el 31 de mayo, a partir de ahí en Barcelona. Tenéis toda la información en www.sonrisasylagrimas.com
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