Algún día tenía que llegar, tenía que hacer mi primera tortilla de patata (os recuerdo que esto no es un blog de cocina). En mi casa, en concreto mi padre, me había enseñado el paso más difícil: darle la vuelta a la tortilla, con más o menos éxito.
Me puse manos a la obra, compré un pelapatatas y seguí las instrucciones (junto a Victor, que siempre es un gran apoyo). El resultado fue el que veis en la foto, no estaba mal, pero os aseguro que tiene que mejorar.
No os voy a decir qué ingredientes o qué trucos use, aun me falta para recomendaros cómo hacer una. Lo que sí puedo es deciros qué aprendí.
- Que necesitas una sartén alta para que la gente no te diga que es una omelette (me quedó planita, la verdad)
- Que necesitas una tapa para darle la vuelta, aunque un plato vale, pero hay que echarle narices (a mi me costó al no tener donde agarrar)
- Que la patata tiene que estar fina cortada. Fina es fina.
- Que la patata mejor bien hecha que mal, así que no tengas prisa.
- La gente da buenos consejos siempre. Fíate.
- Que sea como sea, la tortilla de patatas se mejora con la experiencia… así que voy a hacer la siguiente ; )
Como siempre, cualquier consejo es bienvenido, ¡en este post o en otro cualquiera!
Os iré contando el avance…
No puedo creer que a una guiri como yo le salga mejor la tortilla de patatas que a una española de pura cepa como tuuuuuu! ¡Flipo! (Pillas el chiste? Eh, eh?) A mi vuelta ¡tortilla-off!