Así es, a los famosos se les paga por poner tuits. También a los influencers como dice @_miki. A veces es dinero y otras veces es que nos mandan un regalo y dentro de ese código no escrito nosotros tuiteamos sobre la marca mencionándola. Esto es lo que viene a decir el artículo de El País “Este tuit tiene un precio (y alguien lo pagó)”
Lo que me llama la atención es que nos escandalicemos, que pensemos que esta gente es muy falsa… Me explico:
Tú ves a Sardà y a Boris en este anuncio ¿y qué piensas? ¿lo están haciendo gratis? Evidentemente aquí se indica que esto está pagado porque el canal es la propia marca, en este caso Banco Sabadell.
Esta técnica no es nueva, lo siento pero es así. En la pasarela de los Óscar las actrices llevan trajes de marca y posiblemente hayan recibido algo a cambio. En las series aparece un bote de Cola Cao cuando menos te lo esperas (product placement) para que tú creas que esa cara que conoces es la que te está recomendando ese producto. En este caso el canal es el propio famoso, no la marca.
¿Cómo sé si puedo creérmelo? No lo sabes. Lo único que puedes creer es que el influencer no hablaría (en el medio que sea) sobre algo que pueda ensuciar tu marca personal (seguro que vosotros, conforme leéis esto se os ocurren millones de marcas sobre las que nunca hablaríais). Como por ejemplo:
La conclusión del post no es otra que resaltar que esto no es nuevo. Hay veces que nos volvemos locos pensando que tuiter es una innovación y un universo paralelo al nuestro. Pero en realidad es una declinación de nuestra vida real: los famosos siempre han sido pagados por hablar de marcas y las personas que eran influyentes siempre han recibido información privilegiada. Como dice @comicpublicidad el mejor ejemplo es la típica señora que va a comprarse a un almacén un abrigo y el encargado de la tienda le dice “mañana tendremos rebajas”, ¿qué hará ella? Decírselo a todo el mundo y recomendar esos almacenes.
Aprovecho para recomendaros el libro «Gurú lo serás tú» de @comicpublicidad que trata justo estos temas.
Foto original: Yoryoterapia
La palabra fundamental aquí es «encubierta». Eso no es ético. En la tele, en el «Hola», en la alfombra roja sabes que es publicidad. En Twitter no. Ojo a la paradoja: la marca que mayor impacto obtendría (a priori) sería aquella en la que tuviéramos la seguridad de que el canal no está cobrando por ello. Una verdadera recomendación.
También me parece que el artículo de «El País» mezcla churras y merinas hablando del asunto de Tripadvisor de este verano.
Shhh, en la alfombra roja tú sabes que es publicidad, pero mucha gente no. Me gustaría saber cuantas personas han dicho «quiero las zapatillas de deporte que usa Messi».
En este caso tú ya sabías que a los famosos se les paga.
Open your mind padawan… tú sabes de publicidad 🙂
Cielos, el mundo es un lugar peor del que imaginaba. ¿Incluimos «Nociones básicas de publicidad» en la ESO?
Como bien indicas, esto no es nada nuevo. He trabajado en moda y cosmética y aunque no siempre se les pague (directamente), a periodistas y famosos se les regala productos, viajes… es lo que se llamaba, cuando yo empecé, RRPP.