Uno más

Hoy es mi cumpleaños. Uno más.

Siempre pensé que sabía mucho de la vida. Pensé que había aprendido lo que era la constancia y el trabajo duro cuando fui capaz de terminar telecomunicaciones, una carrera que sabía que no me gustaba. También pensé que era una persona despierta e inteligente porque había sido capaz de reorientar mi carrera profesional con un máster. Por último pensé que todo esto tenía frutos claros con las oportunidades laborales y profesionales que estaba teniendo.

Este último año me he dado cuenta que en el fondo no tenía ni idea de nada. Sin duda este año ha sido el que más he aprendido aunque en ocasiones ha sido a golpes.

Empecé aprendiendo la diferencia entre el por qué y el para qué

Esto sólo me hizo sentir mejor. Dejar de rebuscar en la basura por qué me pasaban las cosas malas y alzar la cabeza para ver lo que venía por delante.

Aprendí a distinguir los pensamientos racionales de los irracionales

Esto consiguió que dejara de torturarme. Me hizo ser más comunicativa, me hizo dejar de darle vueltas a las cosas y preguntarlas directamente.

Distinguí las consecuencias de los objetivos

Así fue como retomé el control de mi vida. Me enseñaron que los objetivos son las cosas que tú controlas, sólo las que tú controlas. Una consecuencia es algo que quizás quieras, pero si no lo controlas debes empezar a pensar en los objetivos sólo.

Descubrí mis límites

En todo. Ojalá fuera la ironwoman luchadora que me creía. Ahora he visto que tengo límites. También me he dado cuenta que si no sobrepaso esos límites soy más feliz. Una cosa es andar y otra muy distinta es ir como pollo sin cabeza por el camino. Ojo, no hablo de pararse, hablo de andar con sentido.
Dentro de esto me he dado cuenta que hay cosas que me hacen feliz (como bailar flamenco, salir a correr o pintarme las uñas). Cuando no hago esas cosas no soy feliz, así que por respeto a mi misma debo guardarme tiempo para hacerlas. Si no guardo tiempo es que no me quiero lo suficiente.

Me he conocido a mí misma

Sé que llevaba años habitando este cuerpo, pero puede que en los últimos meses me haya dado cuenta que es más sencillo caer bien sabiendo cómo es la gente que cae bien, que ser uno mismo y aceptar las consecuencias. Lo mejor de ese proceso ha sido saber qué me gusta, saber qué quiero en mi vida y empezar a aplicarlo.

He visto que no estoy sola

Eso ya lo sabía de antes, pero me parece un gran momento para recordarle a la gente que ha aguantado conmigo este año del tirón que sé que han estado ahí, que gracias. De verdad gracias.

Por otro año más. Felicidad-es.

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