Navidad, frío, días lluviosos. Por fin parece que ha llegado el invierno a Madrid y, frente a las frenéticas tardes de compras que parecen ser tendencia, os traigo un plan que tiene más que ver con la quietud y el calor: Ir a ver la exposición de Edvuard Munch al Museo Thyssen-Bornemisza.
La exposición estará solo hasta el 17 de enero y el coste de la entrada es de 11€. Si decides ver también las Colecciones Thyssen-Bornemisza puedes pillar la entrada combinada por 17€ o si quieres ver La ilusión de Lejano Oeste, por 14€. Tuve la suerte de ver la exposición de Edvuard Much con una de sus comisarias, Paloma Alarcó, y aprender mucho de este artista. Bien sea por si te vas a animar a ir a verla o por si consigo que te animes a ir a ver esta exposición, te dejo algunos datos o comentarios que son de valor para disfrutar, aún más, de las pinturas.
Lo primero es decirte que no hay exposiciones de Munch desde 1984 en Madrid. En esta ocasión lo que vas a poder ver es una retrospectiva organizada temáticamente con lo que a él le preocupó durante toda su vida. Es decir, que no es una cronología, sino que en cada temática o arquetipo encontrarás obras tardías y obras tempranas. Es más, encontrarás muchas repetidas, muy similares, ya que es la base de la experimentación del artista.
Sus arquetipos
Melancolía
«Estaba solo, las olas se deslizaban monótonamente hacia él, rumores y rumores entre las piedras»
La primera sala que encontramos trata sobre la melancolía. Una muestra de cuadros impresionistas donde se pueden ver historias que evolucionan como el cuadro de las hermanas, la soledad de Laura. Hay infinidad de versiones de esta imagen. Al fondo de la sala vi un cuadro que me gustó especialmente con dos mujeres. Munch utiliza el color blanco para hablar de la juventud y el negro para la mujer de más edad.
Muerte y enfermedad
Esta sala me pareció especialmente completa. La proximidad de la muerte era muy frecuente en esa época, por eso era un temor para el autor. En todos los cuadros hay una técnica densa. Se pueden ver muchos cuadros y grabados que habla de la muerte de una niña. La almohada aparece como una especie de halo y Munch repite esa escena en distintas ocasiones.
No obstante estos cuadros se ven un poco ensombrecidos por el grabado de El grito, donde se habla de la alienación del hombre en la ciudad. Personajes que avanzan hacia nosotros sin relacionarse. Este cuadro fue consagrado después de su muerte.
Mujer
La doncella, la pasionaria sexual y la mujer madura son los tres personajes que se pueden ver. El hombre siempre aparece como un perdedor en estas escenas. Aquí se vuelve a ver el uso del color blanco y negro para la doncella y la mujer madura respectivamente, así como la postura de la mujer más pasionaria, mirando al espectador del cuadro.
Melodrama
Aquí el artista mezcla historias pasionales que le pasaron a él. En muchos vemos la narración de un triángulo amorosos, como en la serie de cuadros de la habitación verde, donde se habla de los celos. Una historia que pasa en una habitación, gente que observa y primeros planos de hombres cortados a la altura de los hombros para dar aún más dramatismo al rostro.
Amor
«El amor puede convertirse en odio, la compasión en crueldad»
Un lugar, una mujer, un beso. El hombre se ve envuelto en una melena femenina y, en algunos de los grabados que encontramos, nos desplazamos a un lugar oscuro y lúgubre, casi de película de terror. Mi favorito: El beso y la mujer vampiro.
Nocturno
Cielos estrellados. Casas que nos espían en el frío de Oslo. En esta sala vuelve a aparecer la mujer vampiro.
Vitalismo
No todo iba a ser tristeza o dramatismo, también encontramos un arquetipo sobre el vitalismo que coincidió con un momento vital de Munch. Cambia los colores, escenas campestres y usa simbologías de Adán y Eva.
Desnudos
La última parte del recorrido termina con los desnudos de Munch. En todos habla de relaciones con la modelo y vemos a ambos, en el cuarto, mirando directamente. Munch pinta sabiendo que hay alguien mirando.
Espero que después de este artículo os haya convencido a ir a ver a la exposición de Edvuard Munch al Museo Thyssen-Bornemisza. Os aseguro que merece mucho la pena