Moría de ganas de ir a Bibo. No solo por la fama del chef, ni por sus antecedentes, sino por el hipe que se había creado en redes sociales. Mucha gente de la gente a la que sigo parece asidua al restaurante y suben esas fotos que te matan de envidia cuando estás comiéndote un triste sandwich para cenar en casa.
Así que tenía que ir, y mi 30 cumpleaños era una buenísima excusa.
He de recomendarte que reserves con tiempo y que, si no lo has hecho, te apuntes en la lista de espera. En mi caso fue así y me llamaron el mismo día para ir. Imaginaros el alegrón.
El sitio es de diez, cuenta con servicio de aparca coches, ropero, una decoración brutal y te atienden, recomiendan y sirven con todo el mimo del mundo.
Nada más sentarte te ponen un mini entrante, que para abrir boca no está nada mal. Tras haber leído recomendaciones y preguntar a los camareros, eso fue lo que definitivamente pedimos.
1.- Brioche de guiso de rabo de toro
Aquí el fallo fue pedir uno solo. No sabíamos muy bien qué tamaño tenía y la verdad es que era difícil de mediar. Eso sí, estaba exquisito, de hecho os digo que fue mi segundo plato favorito de la noche.
2.- Cocktel de marisco en una lima
Este se gana el premio a la originalidad. El cocktel está literalmente sobre una lima y lo comes mordiendo todo. No es cómodo de comer, se te cae todo, pero estaba ácido y muy sabroso. Este fue mi cuarto plato favorito.
3.- Croquetas
Entre la visita que hice a la Gastro croqueteria y esto, me he vuelto a reconciliar con las croquetas. No es que no me gustaran, pero llevaba tiempo que no era el plato que me pedía ni en broma. Pero sí, mi concepto ha cambiado y es gracias a estas cremosas croquetas, nada empalagosas y muy crujientes por fuera. Duraron poco en la mesa, fueron el tercer plato favorito de la noche.
4.- Tartar de atún todo de almadraba ahumado
Una carta llena de atún, algo había que probar. Sin poder juzgar por comparativa, sí debo deciros que este es un auténtico acierto. Un plato de tartar, que llega tapado y, conforme lo destapan, monta el espectáculo. Hay que ver cómo un plato crudo puede ser tan bueno. Solo os digo que fue nuestro plato favorito y que pedimos más pan.
Por cierto, solo he probado algo similar en el restaurante La Sopa Boba en Villalba, que lo ahuman en una cafetera italiana alterada con un resultado más que exquisito.
5.- Ternera con reducción Pedro ximenez
No puedo decir que no me gustase, porque estaba increíble, pero puede que este plato sea el más normal. Una elaboración y un sabor perfecto, pero poca sorpresa.
Un postre
Tras mucho debate nos inclinamos por la tarta de queso. La sirven en los no tan originales tarros que, aunque entiendo su objetivo, no terminan de convencerme cuando es para compartir. Estaba muy buena la verdad y, aunque poco práctico, muy bien servido.
Por cierto, para los amantes de las tartas de queso, mi top one de todas las tartas de queso que he probado es la del restaurante tragantúa. Se me perlaron los ojos de lágrimas, no es broma.
Un Coctail
Cuando es una celebración, es una celebración. Así que pedimos una copa. La carta de cocteles es muy original, como podéis ver.