Pese a que todos los test psicotécnicos que me he hecho dicen que no soy una persona especialmente cuadriculada, sí creo que mi vida se rige por un Excel. ¡Claro que hay tiempo para experimentar e improvisar! Pero si lo hacemos de forma controlada, mejor.
No ha habido unas vacaciones en las que no haya despegado con los hoteles reservados y con la ruta planificada. Sí, he hecho modificaciones mientras estaba ahí, pero ligeras, para qué engañarnos. Todas las semanas planifico qué vamos a comer, qué debo de comprar y me aseguro de que mi agenda funcione como un reloj.
Esta extraña habilidad (y a la vez defecto), me la llevo a mi vida profesional. Hago calendarios. Muchos. Roadmaps, plannings, retrotimmings, producciones, planes, post-its. Si se pone una fecha de entrega, aunque sea interna, me la tomo como una obligación a cumplir. Virtud y defecto, ¿verdad?
Los dos últimos años me han obligado a cambiar todos los calendarios. Empezó el día de mi boda, con una gran tormenta que me hizo recalcular un día que había trazado al milímetro. Y parece que desde entonces los relojes no me han dado tregua. No, no me he acostumbrado. Y no, ni mucho menos lo disfruto. Pero las cosas pasan y nos tenemos que adaptar.
Empecé este 2020 con un precioso ppt en el que acompañaba objetivos con acciones, en el que entrelazaba historias y evidencias, en el que daba datos y calculaba presupuestos. Pero sí, las cosas pasan y nos tenemos que adaptar. En el último mes he hecho más planes de contingencia que planes nuevos y supongo que en tu negocio habrá pasado igual.
No soy quién para decirte qué debes hacer este año tan complicado. Cada negocio es un mundo y dar una respuesta única sería tremendamente osado por mi parte. Sin embargo, quiero compartir en voz alta algunas cosas básicas (muy básicas) que puede que te ayuden en lo que queda de año.
1.- No obvies el momento que vivimos
Esto es así, esto está pasando. A todo el mundo le está afectando en menor o mayor medida y, seguir con tu tema sin ser consciente de lo que está pasando es asegurarte el fracaso.
Cuando doy clase suelo hablar mucho de la Ventana de Obertón, como una forma sencilla de explicar qué temas tienen cabida en la conversación social. Y qué quieres que te diga, ahora hay pocos temas de los que hablar. Así que no hagas oídos sordos. Eso no te funcionará.
2.- No frivolices
Hay gente que está muriendo, hay gente que está perdiendo su trabajo. Hay momentos de arcoíris, de pensar que las cosas tienen que salir bien. Pero no hables de oportunidades. Esta crisis no es una oportunidad. Las catástrofes, las malas noticias, cuando pasan cosas que no hemos podido elegir… no son oportunidades.
Nadie ha elegido una pandemia, un familiar ingresado, un ERTE o estar meses confinado. Así que mantén el positivismo en tu comunicación, pero no hables de oportunidades. No es justo para las personas que de verdad no lo están pasando bien.
3.- Vuelve a hacer tu calendario
¿Y si no volviéramos a la calle en todo el año? Sin eventos, sin negocios locales. Este es tu gran plan de contingencia. Para cada acción que hayas planeado, tendrás que planear otra que pueda ejecutarse en situación de crisis.
Ojo, que no estoy diciendo que no vayamos a volver nunca más a la calle. Estoy planteándome cómo sería mi plan en esta situación. A día de hoy, esta es la normalidad. Y hasta que esto se pase, seguramente debamos de pensar en esta cuarentena como algo normal.
4.- Piensa en tu persona usuaria
Ahora y el día que salgamos. Muchos pequeños negocios van a tener que cerrar sus puertas, y una de las pocas formas que se me ocurre es que ahora, más que nunca, pienses en las necesidades de tus clientes y clientas. No estés solo vendiendo, sino encontrando tu sitio en una cadena de valor.
Habla con estas personas que te consumían y piensa qué van a necesitar.
Ahora: ¿Envíos a domicilio? ¿Es mejor qué aplaces envíos a después de la cuarentena?
Después: ¿En tu negocio afecta el distanciamiento social? ¿Cómo podrás aportar a la vuelta a la normalidad? ¿Cómo será esa vuelta?
Esto no va de lo que tú quieras hacer, sino de lo que las personas necesitan en un momento tan particular y del que vamos a salir con una pequeña heridita. Más o menos grande.
Me hubiera encantado publicar un post positivo, usar keywords maravillosas para cuando la gente busque cómo reactivar tu negocio tras la crisis del coronavirus (ups). Pero me temo que la honestidad ha ganado al SEO.
Felicidades por tu artículo.
A veces, la honestidad, es la mejor receta.
Un saludo,
Livia
Muchas gracias
Un artículo muy completo. Excelente contenido, la importancia de una buena comunicación es fundamental. Gracias por compartirlo, saludos