Estar embarazados en pandemia tiene sus luces y sus sombras. En el primer trimestre os hablé de la frustración y el miedo de tener que entrar a consulta sola a consulta… pero la gran ventaja de poder teletrabajar (algo que se ha mantenido afortunadamente, no tanto por el malestar, sino por la seguridad).
Del segundo trimestre, y pese a la situación que hemos vivido, puedo decir más cosas buenas que malas. Y quiero destacarlas en este post.
Para mi el segundo trimestre fue el trimestre de…
La gran noticia
Cuando ya pasas el primer trimestre y todo va bien, es el momento de decirlo a los cuatro vientos. Y sí, mola mucho. ¿Lo malo? Que no pudimos tener grandes reuniones y fueron más noticias digitales que presenciales. Pero vamos, que nadie nos quite la ilusión de compartir que un nuevo bebé está de camino.
La energía a tope
Después de lo cansada y decaída que estaba en el primer trimestre, me fui encontrando cada día mejor. Las nauseas no desaparecieron hasta la semana 15 o 16, pero tenía mucha más vitalidad para moverte y eso me daba la vida.
Las vacaciones
Y sí, afortunadamente tuvimos vacaciones. Aprovechamos para ir un par de semanas a Menorca y una a Málaga. Turismo nacional en época de pandemia. La verdad es que en líneas generales nos sentimos mucho más seguros de lo que imaginábamos, pero sí llegamos a tener que llamar la atención a la gente que volaba en avión por quitarse la mascarilla, en restaurantes donde se la bajaban para hablarte o en playas donde no se respetaba la distancia de seguridad.
Miedo y prudencia. No os digo nada nuevo.
La no-barriguita
Para qué vamos a engañarnos, en mi caso, hasta bien entrada la semana 20 no pude lucir barriga (algo que me hacía ilusión). Así que me ponía vestidos ajustados, arqueaba la espalda en las fotos… bueno, hacía un poco lo que podía para que pareciese que estaba redondita y no que acababa de comerme un arroz. La frase más repetida era «con esta no-barriga, nadie te va a ceder el asiento».
Los sustitos médicos
Y lo pongo en diminutivo porque soy muy afortunada con la salud en este embarazo. Pero la curva del azúcar me trajo con el camino de la amargura. Creo que aprendí a preocuparme por dos en muchas cosas (mi salud ya no importaba tanto, sino que el bebé estuviera bien en todo momento). Mi madre solo me dijo «acostúmbrate, porque eso también es ser madre».
Las pataditas
Ay sí, qué ilusión. Yo empecé a notar las burbujitas en la semana 16-17, aunque cierta ginecóloga me dijo que era imposible que notase nada. Es verdad que los demás no me acompañaron en este viaje de sentir algo hasta la 20… pero la sensación estas últimas semanas ha sido maravillosa.
No sé qué comer fuera
Lo más costoso de todo… y no solo por los antojos sino por la enorme lista de alimentos prohibidos que, cuando sales de casa, tienes que ir preguntando. «Perdona, estoy embarazada, ¿la salsa la haces con huevo crudo?» y así con todo.
Recuerdo algún berrinche que me llevé cuando íbamos a comer a algún sitio y mis opciones se reducían tanto que me frustraba y me ponía a llorar. Bueno, la vida con hormonas es así. Y eso que en mi caso estoy más en modo carcajadas.
El entrenamiento físico
Aquí otro de los grandes hitos de este trimestre: empezar a ponerme en forma. Afortunadamente no he ganado casi peso y en el confinamiento había estado entrenando en casa. Pero ahora necesitaba adaptar mis ejercicios, y que alguien me corrigiese las posturas. Al parto quería llegar con fuerza y hacer suelo pélvico.
Eso sí, para mi los gimnasios no son un lugar seguro por ahora (fui a pilates con mi mascarilla y lo siento pero en mi caso no lo veo) así que montamos un grupo y empezamos a hacer deporte con Alba de onlitraining desde casa. Un acierto, os contaré más en otro post.
El sexo del bebé
Qué alegría y qué ilusión. Tuvimos la suerte de poder entrar juntos a esa cita (y os aseguro que ha sido la única) y poder recibir la noticia. Evidentemente que el sexo del bebé solo te dice cómo nace biológicamente y luego él podrá elegir. Pero bueno, sí que hace que el hecho de que venga un bebé sea más real y puedas empezar a llamarle por un nombre.
Las listas de cosas que necesitas
Con su correspondiente curva de aprendizaje… porque sí, es un mundo. Sobre qué hemos decidido que haya el día que llegue el bebé haré otro artículo, solo quiero decir que fue un agobio empezar a nombrar productos que no conocía e intentar decidir qué era necesario y qué no. Muy al final del trimestre empezamos a recibir herencias y a comprar alguna (muy poca) cosa. Pero eso sí, tuve que preguntar más de lo que me imaginaba.
Las manualidades
En mi cabeza el embarazo iba a ser el momento de tejer y coser de todo (porque luego no tendría tiempo según me avisa todo el mundo). En mi caso no ha sido así y tampoco me he agobiado. Hasta bien entrada la semana 22 no empecé a comprar materiales y no había cogido las agujas de tejer. Sin agobios, que esto o se disfruta, o vaya rollo. Alguna cosa va a tener, y ahora sigo cosiendo y tejiendo a mi ritmo.
Aprender
Cada uno tiene unas necesidades de aprendizaje. Valoro la capacidad de las personas que improvisan más, porque seguro que tienen más capacidad de reacción. En mi caso soy lo contrario, una controladora de libro. Por eso, la única forma de centrarme y no agobiarme es aprender mucho.
Me centré en tres temas:
- Crianza positiva, apuntándome al maravilloso summer camp de baby tribu. Lo sé, es muy pronto… pero para nada. He sentido que ha sido inspirador el hacer el cambio de mirada ya, aunque luego tenga que ponerlo en práctica y refrescar conocimientos. A parte me he leído un par de libros.
- El parto. Ese «temido» día al que yo le he perdido el miedo, porque quiero que sea hermoso y me estoy asegurando de que sea respetado. Libros, grupos, preguntar a otras mujeres… he aprendido (y sigo aprendiendo).
- Curso de preparación. Dentro de mi teoría de aprender mucho, decidí empezar un curso que incluyese embarazo, parto y el cuidado del bebé. Por eso, llevo ya tres clases y no he empezado a pujar. Pero oye, me ha encantado sentir que tengo información y empiezo a desarrollar criterio.
Empezamos el tercer trimestre en el que a nivel personal tendré muchos cambios (para empezar, una gran mudanza que me está impidiendo montar nido con calma). Pero con muchas ganas de lo que está por venir.
¿Cómo ha sido o cómo fue tu segundo trimestre? Dicen siempre que es el mejor.
Vaya, gracias por estos tips tan valiosos, los aprovechare al maximo, saludos.