Odio las mudanzas. Y seguro que no soy la única. Una vez, en consulta con mi psicóloga, me dijo que había ciertos eventos que eran especialmente estresantes para las personas: cambios de trabajo, finalizar relaciones y mudarse. Mi última mudanza fue bastante dramática, ya que la tuve que hacer con un bebé de 6 semanas, cuando la vacuna del COVID no existía y tras una enorme nevada que colapsó Madrid. La recuerdo como su fuera ayer, y ya han pasado algo más de dos años.
Sin embargo, después de la tormenta siempre viene la calma… y mudarse, cuando es por elección, suele ser porque te vas a un sitio mejor. Posiblemente más grande. O mejor situado. O ambos. Ese fue mi caso, pese al drama de la mudanza, ahora soy mucho más feliz con la casa en la que estoy.
Llevo casi 15 años con este blog. Y ha crecido, parado, limpiado, integrado otros blogs… este blog ha crecido conmigo durante todos estos años. Y este último año sobre todo, con el nacimiento de El Ágora. También recuperé la base de datos que tenía en mailchimp.
Como muchas veces en esta vida, prioricé lo urgente a lo importante. Porque a veces es la acción que más nos ayuda a corto plazo, aunque a medio o largo plazo tengamos que enmendarlas.
El año pasado, cuando supe que El Ágora iba a ser mi gran proyecto, contraté una diseñadora, renové las fotos y creé una nueva web que estaba dentro de mi web principal. Te lo conté todo aquí en abril del año pasado. Y de hecho, acabé participando en la televisión varios meses, algo que no me imaginaba.
En este proceso, la tecnología me la jugaba constantemente y me limitaba enórmemente. Tenía que agregar usuarios a mano a los cursos, no podía montar más automatizaciones en el mailer, tenía que desduplicar contactos a mano en un excel, el tiempo de carga de mi web era un desastre… podría empezar y no acabar con las cosas que no funcionaban.
De cara a la planificación de este año (mi año empieza en marzo porque así lo he decidido), me puse a priorizar las acciones que llevaría a cabo este 2023 para poder seguir creciendo. Y sin duda, en esa definición de acciones, lo importante (en este caso acabar con las limitaciones técnicas) pasaron a primer nivel.
Solo por si te encuentras en esta situación, o te suena esta procastinación técnica, este miedo a la mudanza tecnológica… solo quiero decirte que, tras la toma de decisiones, me siento más tranquila, como cuando acabas una mudanza.
En mi caso he tomado tres acciones principales:
Siempre recordaré a Yoriento con su analogía de que nuestro blog es como nuestra casa. Y hoy me siento con esa sensación de abrir la última caja, de sentarme en mi sofá con un café y, ya sí, seguir construyendo sobre seguro para poder crecer.
En el mes de septiembre me enteré que iba a volver a ser madre… un…
Me he pasado un verano sin publicar. En este artículo te cuento qué he aprendido…
El otro día bajé a desayunar con mi hijo, antes de llevarle a sus sesiones…
Y siento ser tan clara, pero de verdad creo que es así. La revolución industrial…
Cuando empecé a definir El Ágora tenía claro qué iba a incluir la metodología docente.…
Se acerca Black Friday, un momento importante para todas las marcas, y conocido como el…