78 milímetros

Buscar un embarazo, menudo concepto, y sobre todo, menudo proceso. Llevaba tiempo queriendo ser madre, pero nunca encontraba el momento ideal. Recuerdo una conversación con Mónica de Madresfera, en el que ella me dijo literalmente: «parece una frase hecha, pero es real: nunca hay un momento perfecto».

Y sí, tenía razón.

Hay momentos horribles para formar una familia. Y el resto de momentos, son simplemente normales. Es imposible saber cuándo te quedarás embarazada, si tardarás mucho o poco o intentar planificar qué va a pasar. Con lo que me gusta a mi planificar y tener el control.

Sin embargo, hay algo que puedes planificar: cuándo empiezas ese camino. Y la decisión, aunque parece sencilla, es complicada (al menos en nuestro caso). Así que lo único que hicimos fue tomar la decisión de nuestro «último viaje» a zonas incompatibles con el embarazo, esperar el tiempo prudencial y, con el principio de año, ir al ginecólogo y empezar con el ácido fólico.

En mi caso, intenté no obsesionarme con el tema. Algo que no es tampoco sencillo, ya que estamos muy acostumbrados a la inmediatez y los bebés, no se piden por amazon prime.

Conocerte es la clave

Este proceso no lo he hecho sola, sino que he contado con el acompañamiento de personas maravillosas. El primer consejo que me dieron es «conócete». Tienes que aprender cómo son tus ciclos, cuáles son los días más fértiles o cómo funciona tu cuerpo.

No tienes que hacerlo como una obsesión, sino como una forma de conocerte. Y a mi, ese punto de vista, me ayudó mucho.

Decidí llevar un registro con la App de Woom Fertility que además da consejos de salud y mensajes muy interesantes. También compré tiras de ovulación en amazon (enlace de afiliado).

Con estas dos cosas, toca observar. Y paciencia, que cada persona es un mundo.

La confirmación del embarazo, tus 78 milímetros

Cuando estás observando tu cuerpo, es fácil detectar una falta. Y esos días fueron todas las emociones juntas. Desde la felicidad, hasta el miedo. De la alegría a la tristeza.

Claro que estábamos felices con el positivo, pero desafortunadamente, eso no significa que lo hayas conseguido ya. Más allá de las pruebas de la semana 12, hasta la semana 7 u 8 no se suele confirmar el embarazo. Las visitas anteriores al ginecólogo son más nervios y prepararte para escuchar posibles malas noticias.

Pero la confirmación llegó, y aunque estaba sola en la consulta, pude escuchar el latido del corazón. No sé si lloré, si sonreí o si simplemente suspiré.

Quedaban muchas semanas por delante. No se lo cuentas a casi nadie (al menos yo solo a las personas a las que necesitaría tener cerca si algo malo pasaba). Muchos nervios, pruebas, médicos. Aprender a estar feliz sin hacerme demasiadas ilusiones. Pero yo sabía que estaba ahí. Y los síntomas estaban ahí antes que ese pequeño latido.

Tan pequeño y tan grande. Solo 78 milímetros me convirtieron en mamá. El viaje acaba de comenzar.

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